quarta-feira, dezembro 28, 2011
Carson McCullers:
"Tennessee Williams me visita cada vez que está en la ciudad de Nueva York. Con enorme placer puedo decir que en John Huston, el diretor de Reflejos en un ojo dorado, encontré a un amigo de verdad.
Cuando Ray Stark, el productor de Reflejos en un ojo dorado, llamó a Huston para que le dirigiera, John dijo: «Habría dos maneras de hacer esta película, una: la película de arte e ensayo con poco presupuesto; dos, una película con los mejores talentos actuales. No me interesa hacer cine de arte y ensayo con poquísimo dinero, y creo que a la señora McCullers tampoco. Sólo puedo dirigirla con los mejores actores.»
Ray Stark estuvo de acuerdo y se redactaron los contratos. John sabía lo que decía cuando habló de los mejores talentos actuales: Marlon Brando, Julie Harris, Elizabeth Taylor, Brian Keith y Zorro David. Entonces John vino a verme y de inmeediato advertí su seriedad, su encanto y su sentido del humor. Le di carte blanche y nunca tuve la menor duda. Todo lo controlaba él y yo estaba contenta.
Cuanto más hablaba de su concepción de Reflejos, más segura estaba yo de que era el hombre indicado. No sólo era el director; él Gladys Hill y Chapman Mortimer habían escrito un guión excelente ateniéndose fielmente a la novela.
Además, cuando nos vimos por primera vez, Johm me dijo: «Por qué no vienes a visitarme a Irlanda?»
Como yo hacía tres años que estaba en la cama, me pareció algo irrealizable, pero dije: «Hablas en serio?»
«Tan en serio como soy capaz de hablar yo. Tú sabes que los aviones existen.»
De manera que, en Navidad, John nos envió, a Ida y a mí, billetes de ida y vuelta a Irlanda en primera clase por Irish Airlines.
Antes que el médico me autorizara a viajar a Irlanda, me ordenó ir a algún sitio durante un fin de semana para comprobar que yo podía aguantar el viaje. Ida y yo decidimos ir al Plaza. Fue todo un espectáculo. Hubo que llamar una ambulancia de la assitencia pública y prevenirles para que tuvieran lista una camilla especial para mi viaje. Al principio creyeron que el montacargas del Plaza podía ser un problema, pero plegaron la camilla y finalmente me subieron en una cama de hospital especialmente encargada para la ocasión.
Vi a viejos amigos, arreglé cuestiones profesionales, di entrevistas y la comida del Plaza estuvo a la altura de su reputación. Yo examino con detenimiento los menús, como otros estudian obras de arte. En fin, pasé la prueba del Plaza y el médico me dio permiso para ir a Irlanda.
John vive en Galway. Ama la caza y es el amo del coto local. Así fue como descubrió su casa, un día que salió a cazar zorros. (Los granjeros consideran que los zorros son una plaga y los envenenan,
posted by Luís Miguel Dias quarta-feira, dezembro 28, 2011