segunda-feira, fevereiro 07, 2011
Ainda do Babelia 1000 mais dois textos/artigos muito interessantes, para mim, por diversos motivos: por raramente ler e ouvir arquitetos, por não estar a par da reflexão que vão fazendo sobre a organização dos espaços público e particular/privado, e, entre outras mais, saber como projetam/problematizam/reflectem sobre o futuro do planeta e assim; da luz e da sombra, da magia da sombra, da brancura; da surpresa de um raio de luz que é também sombra.
De Zaha Hadid e Patrick Schumacher: parametricismo.
De Norman Foster: más con menos.
Objectif? não la lune mas a qualidade/sustentabilidade da vida no planeta Terra.
fotografia via telemóvel por LMD, Janeiro 2011, sem título.
Edificios adaptables
Zaha Hadid y Patrik Schumacher
El posfordismo exige patrones de ordenación espacial nuevos, más variados, complejos y densamente integrados que sean inherentemente adaptables. Desde un punto de vista retrospectivo, el posmodernismo (años ochenta) y el deconstructivismo (años noventa) podrían entenderse como los primeros pasos en esta dirección. Pronto fueron sustituidos -y sus adquisiciones parciales de conocimientos y sus descubrimientos fueron conservados y elaborados- por un nuevo y poderoso paradigma y un estilo que prometen liderar una nueva ola de investigación e innovación en el campo del diseño: el parametricismo.
El parametricismo está cobrando impulso para convertirse en el primer estilo unificado mundial que puede y debe sustituir al modernismo como estilo creíble y capaz de hacer época. El parametricismo se enfrenta a ambos, a los vestigios que quedan de la monotonía modernista y al caos urbano que ha surgido como consecuencia de la desaparición del modernismo, con un orden complejo y abigarrado inspirado en los procesos autoorganizadores de la naturaleza.
La premisa del parametricismo es que todos los elementos urbanos y arquitectónicos deben ser paramétricamente adaptables. En lugar de ensamblar figuras geométricas rígidas y herméticas (como han hecho todos los estilos arquitectónicos anteriores), el parametricismo introduce elementos maleables en un juego dinámico de receptividad mutua y de adaptación contextual. Los procesos clave del diseño son la variación y la correlación. Todo componente de la arquitectura debe interconectarse con todos los demás aspectos del diseño y tener un efecto en ellos. Esto debería tener como consecuencia una intensificación generalizada de las relaciones que enriquecen y dan coherencia, y facilita que los usuarios comprendan la arquitectura y se muevan por ella.
[...]
Por ejemplo, los datos de una tabla de exposición al sol que mapee la intensidad de la radiación solar a la que estaría expuesto un edificio durante un periodo de tiempo dado pueden proporcionar los parámetros necesarios para el diseño del sistema de sombreado del edificio. A medida que estos elementos de sombreado envuelven la fachada del edificio, la distribución espacial, la forma y la orientación de los elementos individuales del sistema de sombreado se transforman y se adaptan gradualmente a las condiciones de exposición específicas de su correspondiente ubicación en la fachada. El resultado es una fachada con un patrón en continuo cambio que optimiza la protección solar. Al mismo tiempo, esta modulación adaptativa confiere al edificio una estética orgánica que está directamente relacionada con su contexto, lo que ayuda a los usuarios a comprender mejor el entorno urbano.
El futuro de la arquitectura
Norman Foster
Es un mantra que se repetirá de distintas formas: la absoluta necesidad de que, como sociedad mundial, seamos capaces de conseguir más con menos. Eso significa que nuestros edificios no sólo deben consumir menos energía sino que deben producir cero carbono y cero residuos. Mejor todavía, deberían recoger más energía de la que necesitan para devolverla a la red eléctrica de forma que pueda beneficiar a todos.
Por desgracia, no. La razón es que, en una sociedad industrializada, los edificios consumen más o menos el 45%, de la energía, pero esa cifra sube al 75% cuando se añaden los movimientos de personas y bienes entre unos destinos y otros. La respuesta para un futuro sostenible, por consiguiente, está en la fusión entre arquitectura e infraestructuras, entendiendo por esto último una combinación de carreteras, espacios cívicos, transporte público y estructuras varias que constituyen el entramado urbano y unen unos edificios con otros. En su variante más densamente poblada, esta mezcla se llama ciudad; en su versión más extendida, se define probablemente como megarregión.
Recordemos que casi el 40% de la población mundial no posee servicios sanitarios, el 25% carece de electricidad, el 17%, de agua potable, y un tercio vive en barrios de chabolas.
Para simplificar, propongo tres posibles situaciones que es preciso abordar, enmarcadas en forma de preguntas. La primera está relacionada con el diseño de esas ciudades nuevas que están creándose desde cero. ¿Qué forma deben adoptar, si tenemos en cuenta las cosas que han superado, o no, el examen de la historia? La segunda perspectiva afecta a nuestras ciudades actuales. ¿Cómo se adaptan a los nuevos desafíos ambientales? ¿Cómo las modernizamos para adaptarlas a los cambios y las nuevas necesidades ya visibles? La tercera pregunta se refiere a las zonas residenciales de las afueras, las interminables redes de carreteras y la extensión sin fin de los barrios poco poblados a los que sirven. ¿Qué futuro tienen? Aunque restrinjamos su proliferación, sigue existiendo la realidad de su presencia actual. ¿O también ellas están transformándose empujadas por las fuerzas del cambio?
Al principio de este texto mencionaba "dos pasos importantes" y decía que el primero era comenzar por las realidades evidentes. El segundo paso nos devuelve a la bola de cristal y su mirada al futuro. Muchas voces han asegurado que, si queremos mirar hacia adelante en el tiempo, antes debemos mirar atrás. Se supone que veremos las pautas y tendencias pasadas y eso nos permitirá comprender mejor las situaciones y tener más probabilidades de éxito en nuestros planes para el futuro.
posted by Luís Miguel Dias segunda-feira, fevereiro 07, 2011