quarta-feira, janeiro 18, 2006
"-Deprisa, deprisa! --gritaba ella--. Echar tierra!
Ellos pasaron por su lado casi sin mirarla y cruzaron lentamente el campo en dirección a la humareda. Ella corrió un momento tras ellos, chillando:
-Deprisa, deprisa! No lo veis? No lo veis?
-Estará allí cuando lleguemos --dijo Culver, y adelantaron un poco los hombros y siguieron al mismo paso.
La niña se detuve al lado de su madre y le miró la cara como si nunca la hubiera visto. Era el rostro de la nueva tristeza que ella había sentido, pero en su madre parecía vieja y era como si pudiera pertenecer a cualquiera, a un negro o a un europeo o al mismo Powell. La niña volvió la cabeza rápidamente y, más allá de las lentas figuras de los negros, vio la columna de humo que se elevaba y se ensanchaba sin control dentro de la línea granítica de los árboles. Se quedó tensa, con el oído aguzado, y oyó a lo lejos unos locos chillidos de alegría, como si los profetas estuvieran bailando en el horno feroz, en el círculo que el ángel había limpiado para ellos."
Fragmento do conto "Un círculo en el fuego" de Flannery O`Connor, da edição espanhola Cuentos Completos, publicados pela Editorial Lumen em 2005. Tradutores: Marcelo Covián, Celia Filipetto y Vida Ozores. O prólogo é de Gustavo Martín Garzo.
posted by Luís Miguel Dias quarta-feira, janeiro 18, 2006