segunda-feira, setembro 19, 2005
Philip Roth: "Tenemos que estar agradecidos por cada momento en que la historia le deja a uno en paz.
-No ha vuelto a vivir jamás en Newark.
-Lo gracioso es que dejé mi casa para salir por el mundo, y después he pasado el resto de mi vida escribiendo sobre mi casa."
George Steiner: "Steiner nos invita a una breve y maravillosa travesía que transcurre por cinco lugares o axiomas que componen la esencia de la idea de Europa. Vargas Llosa nos guía con maestría en su prólogo por este quíntuple itinerario. «Europa está compuesta de cafés». Podemos seguir su rastro siguiendo el itinerario de sus cafés, desde el lisboeta de Pessoa hasta los mostradores de Palermo. Donde cesan los cafés, se desvanece Europa. El café es un lugar donde escribir, pensar, charlar, conspirar, refugiarse en una soledad acompañada, trabajar, soñar o, como concluye Steiner, mantenerse caliente todo el día: «Mientras haya cafés, la "idea de Europa" tendrá contenido».
Harold Bloom: "Y si me preguntasen qué sección del primer libro es la más valiosa y la que más posibilidades tiene de perdurar, diría que es la dedicada a la lucha entre Homero y Platón. Platón se deja la piel en la batalla, pero no tiene ninguna posibilidad de ganar a Homero."
John Dos Passos: "Hay páginas memorables dedicadas a Estambul, entonces invadida por refugiados de las guerras de imperios deshechos y naciones inventadas. No lo son menos las dedicadas a Trebisonda, Tiflis, Tabriz, Bagdad, Samarra o Damasco, adornadas con una serie de pinturas y rematadas con una suerte de admonición final: «no se olvide de explicarles a los americanos que en Asia también existe la gente corriente»
Sus inequívocas simpatías republicanas no le impiden la feroz crítica hacia los sumarios «procedimientos» previos a un fusilamiento: «El hombre que sale para ser juzgado por un tribunal de su propio bando? las cien formas en que puede ser culpable»."
Witold Gombrowicz: "Por supuesto, no es éste un diario en el sentido corriente del término. Gombrowicz lo escribía directamente para publicarlo y lo armaba como un conjunto de géneros diversos: crónicas de viajes, observaciones sociales, bruscas irrupciones confesionales acerca de su vida sexual, fantasmas y obsesiones ideológicas y estéticas, polémicas literarias, e incluso un breve repaso histórico de la literatura polaca."
Vila-Matas: "De forma que lo que Vila-Matas ha logrado aquí es llevarnos al final de su partida, que se juega como la de Samuel Beckett en el teatro de la Literatura: el yo que ansía disolverse, para no acabar siendo el aspirante a una fotografía, es el contradictorio estilete de su propia perdurabilidad, de su única capacidad de existencia."
posted by Luís Miguel Dias segunda-feira, setembro 19, 2005