sexta-feira, fevereiro 04, 2005
otras campañas (2)
Marcel Duchamp, Bonds for Monte-Carlo roulette, 1924.
"A estas campañas electorales a las que asistí en muchos lugares, también iban otros oradores que siempre eran más elocuentes y, entonces por lo menos, mucho más conocidos que yo. Había en el estrado personas como John Simon y Belloc, que hablaban de maravilla, probablemente mejor de lo que han hablado desde entonces. Y en cambio, el hombre que enviábamos a hablar al supremo foro del Parlamento nunca sabía hablar. Solía ser algún maniquí de sastre, firme y peripuesto, con monóculo o mostachos encerados, que repetía exactamente la misma fórmula aburrida en cada uno de los mítines. Desde el punto de vista psicológico, hay algo interesante en esa inconfesada percepción que tiene el joven de que las cosas no funcionan bien, incluso cuando su voluntad y convicción le lleven a proclamar lealmente que funcionan perfectamente y en todo lugar. Ahora, al mirar atrás, después de aquellas otras experiencias políticas de la época de Marconi, de las que hablaré más adelante, sé exactamente lo que yo sentía; también sé exactamente qué era lo que no compreendía. Sé que lo que mueve la política moderna es el dinero y que la superioridad del idiota con levita sobre Belloc y Simon simplemente radicaba en que era más rico que ellos. Pero entonces no era consciente de todo esto; sobre todo con el primer candidato liberal para quien trabajé y por quien me desgañité con entusiasmo y fidelidad. Lo extraordinario de este primer candidato es que ganó."
Gilbert Keith Chesterton (traducción y notas de Olivia de Miguel), Autobiografía, El Acantilado, nº. 77, Barcelona, 2003.
posted by Luís Miguel Dias sexta-feira, fevereiro 04, 2005