quinta-feira, fevereiro 03, 2005
otras campañas (1)
Marcel Duchamp. Bicycle Wheel. 1951
"También establecí otro tipo de contactos con la política, aunque no se puede decir que fueran más prácticos porque la politica no era política práctica, al menos no cuando yo la practicaba. Charles Masterman juraba con irónico deleite que cuando fuimos juntos a hacer campaña electoral, mientras él bajaba un lado de la calle y casi había recorrido de vuelta el tramo de subida, yo seguía aún en la primera casa discutiendo de la filosofía del gobierno con el primer vecino. Tal vez el jovial pesimismo de Charles Masterman oscurecía excesivamente la historia, pero es absolutamente cierto que yo empecé a hacer campaña electoral con el extraordinario engaño de que el objetivo de la campaña era la conversión. El objetivo de la campaña es el cálculo. El único motivo real para que los agentes del partido fastidien a la gente en su propia casa no tiene mucho que ver con los principios del partido, que habitualmente son un misterio insondable para los agentes; simplemente consiste en que los agentes deduzcan de las palabras, modales, gestos, juramentos, maldiciones, patadas o golpes del amo de casa, si es probable que vote por el candidato del partido o si se abstendrá de hacerlo. Aprendí esta leccíon poco a poco, gracias a una enorme variedad de rostros y gestos humanos que se revelaban al abrir la puerta de las casas. Mi amigo Oldershaw y yo fuimos juntos al campo para hacer campaña a favor de un candidato liberal. Resulta extraño recordar ahora que, en nuestra inocencia, so sabíamos nada de él excepto que era un candidado liberal. Hasta donde yo sé era un caballero totalmente respectable y válido, pero a medida que pasábamos por esta y por muchas otras elecciones políticas, empezó a nacer en mí un sentimiento extraño y oscuro. En aquella época, ni siquiera era consciente de ello; incluso ahora me resulta difícil describir esa fría y viscosa intuición del subconsciente. Cuando, en otras campañas, mucho tiempo después, finalmente emergió a la superficie y adoptó la forma de una pregunta medio articulada, creo que la pregunta era: «Por qué el candidato es casi siempre el más incompetente del estrado?»"
Gilbert Keith Chesterton (traducción y notas de Olivia de Miguel), Autobiografía, El Acantilado, nº. 77, Barcelona, 2003.
posted by Luís Miguel Dias quinta-feira, fevereiro 03, 2005