quinta-feira, dezembro 30, 2004
Intuiciones precristianas (2)
Source: Stephane Mallarmé
Les Dieux Antiques, nouvelle mythologie illustrée. Paris, 1880.
La Operación de la Gracia
Coro del «Agamenón» de Esquilo
[v. 160] Zeus, quien quiera que sea, si así es como le gusta
que le llamen,
por ese nombre le invoco.
Después de haberlo sopesado todo, nada he de comparar,
si no es con Zeus, si es que hay que desprenderse realmente
del peso inútil de la angustia.
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[v. 174] Quienquiera que glorifique a Zeus, con el pensamiento
orientado hacia él, recibirá la plenitud de la sabiduría.
Él es quien ha situado a los mortales en el camino de la sabiduría. «Al
[conocimiento por el sufrimiento»
es la soberana ley que él ha dictado.
Se va destilando durante el sueño junto al corazón
la pena que es memoria dolorosa, y, hasta al que no la quiere, le llega
[la sabiduría.
Esta violencia es una gracia de parte de las divinidades,
las divinidades que empuñan el sagrado timón.
Zeus no designa a una divinidad concreta más de lo que hace la palabra «Dios». Además tienen la misma raíz. Por otra parte, se deconoce su nombre, lo cual implica, según las ideas de los antiguos, para los cuales nombrar suponía la posesión de una autoridad, que no resulte posible alcanzarlo, al contrario de lo que sucede con los dioses falsos. Tan sólo es posible orientar hacia él el pensamiento, y eso basta para obtener la perfección.
La «pena que es memoria dolorosa» significa, según el vocabulario órfico, el presentimiento de la felicidad eterna, el presentimiento del destino divino del alma. Ese presentimiento es el que se va destilando gota a gota en el sueño de la inconsciencia; a la hora de tomar conciencia del mismo, ya es uno presa de la gracia, y solo queda dar su consentimiento. Este cuadro de la accion de la gracia coincide con el mito de Core.
in Simone Weil (trad. Carlos Ortega), Intuiciones precristianas, Editorial Trotta, Madrid, 2004.
posted by Luís Miguel Dias quinta-feira, dezembro 30, 2004