quarta-feira, outubro 27, 2004
La libertad, lo que más adoramos, es para ellos lo más despreciable.
-¿No peligraba más un gobierno que la cultura occidental?
-No. Es la cultura occidental la que está siendo atacada y ni un gobierno ni Madrid importan: lo que odia el terrorismo es esa cultura, no a Bush o a Aznar. Ese odio no diferencia entre Francia y EE.UU. o entre partidos españoles. Odia una manera de ser, de pensar, que es negación absoluta de lo que propugna el integrismo. Para ellos nosotros todos somos el mal. La libertad, lo que más adoramos, es para ellos lo más despreciable.
-¿Teme un choque de culturas?
-Lo de Huntington es una estupidez: en España, en Occidente, hay cientos de culturas diversas o solapadas, pero me niego a ver a Al Qaida como una expresión cultural, es la anticultura, es la barbarie.
-Como amenaza occidental se lo compara al comunismo.
-No, el comunismo sí era una alternativa clara a Occidente, con una visión global y sistemática, el islamismo no; además su antimodernismo lo hace inatractivo incluso para los intelectuales occidentales más antiamericanos.
-¿Puede imponerse la democracia?
-Piense en la Alemania de 1945. La democracia es perfectamente posible en cualquier parte: sólo es un modo de gestionar las diferencias. En Irak hubo una gran ingenuidad y muchos errores americanos, como el licenciamiento del ejército con sus armas y los saqueos, que provocaron inseguridad y frustración en un pueblo que había recibido alborozado la caída de una tiranía sanguinaria. Pero lo que hay ahora es una guerra y ésa primero hay que ganarla.
-Resistencia contra el ocupante.
-La «resistencia» es una palabra cargada de prestigio y su empleo es un intento claro de distorsión de la realidad. Los que mueren allí en un 99 por ciento son iraquíes. No hay guerra del pueblo con los Estados Unidos sino contra una amalgama de grupúsculos y terroristas que han encontrado una trinchera para dar la batalla contra el enemigo, que es la cultura occidental, y la primera víctima es la sociedad civil iraquí. En Irak se lucha entre un modelo abierto y otro integrista y el antiamericanismo no puede hacer titubear.
-El presidente Zapatero invita al diálogo universal y en particular con Cuba, ¿sugiere usted el tema?
-Lamento la decisión, porque rompería una política europea unificada de solidaridad con los cubanos, que están padeciendo una de las peores dictaduras de América Latina y, desde luego, la más larga. Zapatero ha tenido ya su respuesta. Es ingenuo querer dialogar con la peste bubónica. En 45 años, Castro jamás ha respondido a avances de gobiernos que creen en el buen talante. Veo una decisión diseñada sólo por razones de consumo interno, sin pensar en los cubanos.
Vargas Llosa:«Berlín es mi Nueva York europeo»
-¿Ve más ideal Washington con Kerry o con Bush?
-Contra lo que creen muchos europeos, el triunfo de Kerry no creo que cambiaría mucho a Washington. Veo una elección entre un mediocre y un perfecto oportunista, por tanto no entiendo que en Europa se califique a Kerry como la alternativa a Bush. Creo que Bush será más firme frente a la nueva amenaza terrorista, aunque Kerry se esforzará precisamente por las críticas recibidas. Eso sí, creo que Kerry tiene un conocimiento del mundo que Bush nunca ha tenido, que es una persona con un horizonte muy local, de ahí su disputa con Europa; con Kerry se reduciría, aunque sólo sea porque Europa se ha vendido desde el principio a Kerry. Ahora la posición de Bush, en asunto de liberalidad de costumbres, es muy conservadora y yo coincido más con la política de Kerry y el sector más liberal de la sociedad estadounidense, que con él se vería respaldado. Creo que, de ser estadounidense, eso sí sin alegría, con una enorme desgana, votaría al final por Kerry . [o bold é meu]
no abc.es
posted by Luís Miguel Dias quarta-feira, outubro 27, 2004