sexta-feira, julho 02, 2004
Benacchio explicó que era ingeniero del Patrimonio con el encargo de «bajar las manos de un crucifijo que las tenia demasiado altas»
Las estatuas destrozadas por Benacchio «tenían las manos demasiado altas», y por eso cortó -entre las noches del sábado y el domingo- las de Moisés en el capitel de la Justicia del Palacio Ducal, las de San Pedro en la iglesia de San Pietro di Castello y las de San Francisco y San Marcos en la iglesia del Redentor. El lunes entró en la iglesia de San Job con las peores intenciones, pero el párroco le vio y salió pacíficamente a su encuentro.
posted by Luís Miguel Dias sexta-feira, julho 02, 2004