terça-feira, fevereiro 24, 2004
Ilusiones ópticas
El círculo vibrante
En esta imagen relativamente normal, puede observarse un círculo azul central rodeado de unas líneas. Pero, ¿qué pasa cuando centramos en ella nuestra mirada? ¡Parece moverse! Si no fuera porque sabemos que se trata de una imagen fija, posiblemente nos aventuráramos a suponer que se trata de alguna animación, pero en realidad es nuestro cerebro el que anima la figura.
Borrando una nube con la imaginación
Cuando observamos por vez primera esta imagen, vemos un punto negro rodeado por una nube gris. Sin embargo, si mantenemos fijos los ojos sobre el punto, sin mirar desde muy cerca, poco a poco la nube gris irá desapareciendo, como si se tratara de una mancha que se difumina ante la acción de un líquido limpiador. Cuando dejamos de mirar fijamente, la nebulosa gris reaparece.
De estrella a cuadrado
Cuando estamos interesados en identificar alguna figura, usualmente un único vistazo es suficiente para conseguirlo. pero no siempre el paisaje que la rodea nos permite hacerlo con rapidez.
En la imagen se observa una serie de círculos concéntricos sobre los cuales se encuentra trazada una figura de color violeta que de entrada nos cuesta determinar. De entrada, la mayoría de lectores habrán ´visto´ una especie de estrella de cuatro puntas.
Una observación más pausada nos revelará que la figura en cuestión no es otra que un simple cuadrado. Su entorno, no obstante, nos lleva a confusión. La serie de circunferencias blancas y negras, al cortar el cuadrado en diferentes lugares, nos lleva a la ilusión de que los lados del cuadrado se encuentran curvados hacia el interior, otorgándole una forma global estrellada.
El círculo curvado
Sobre este círculo se han trazado toda una serie de radios. En la parte superior del lado derecho una figura desafía nuestra comprensión y nos reta a adivinar su naturaleza. No parece una circunferencia... ¿se tratará de una especie de elipse?
Si concentramos nuestra atención en la figura misteriosa acabaremos comprendiendo que sí que se trataba de una circunferencia, pero que su entorno consiguió engañarnos. Los radios que la atraviesan hacen parecer más plana la sección más próxima al centro de la circunferencia mayor, mientras que tienen el efecto contrario en la más alejada, “rompiendo”, así, su apariencia circular.
El pasillo de Hering
El carril que forman las dos líneas rojas de la imagen parece estrecharse en los extremos superior e inferior, en tanto que la zona central aparenta ser la más ancha. Lo que en realidad ocurre es que la presencia del fondo de rayas azules en forma de doble abanico influye psicológicamente sobre nuestra percepción visual, haciéndonos creer que las líneas rojas están un poco dobladas, cuando son del todo rectas. Esta clase de ilusión óptica fue identificada por vez primera por el psicólogo alemán Ewald Hering.
posted by Luís Miguel Dias terça-feira, fevereiro 24, 2004