terça-feira, dezembro 09, 2003
J. M. Coetzee y la soledad
El último parrafo de la conferencia y el bajo tono de voz que utilizó, dieron una idea muy clara de la tremenda soledad que siente el Nobel, una soledad que es el resultado de su aislamiento vountario: «Si tuviera que describir quiénes son «Él y su hombre»», Coetzee diría que «se parecen a dos barcos que navegan en direcciones distintas; uno hacia el Este, el otro hacia el Oeste. O mejor, que son dos marineros que trabajan duro aparejando velas en distintas embarcaciones. Los barcos se encuentran pero, a pesar de que están lo bastante cerca como para poder comunicarse, el oleaje es intenso y el tiempo tempestuoso. Con la espuma azotándoles los ojos y las manos adoloridas, los dos hombres se cruzan sin poder hacerse algún gesto de saludo con la mano, pues están demasiado ocupados en sus faenas».
posted by Luís Miguel Dias terça-feira, dezembro 09, 2003