quinta-feira, novembro 06, 2003
conto inédito de Julio Cortázar
BIX BEIDERBECKE
Soy panameña y hace rato que vivo con Bix.
Lo escribo y paso a la otra línea, nadie va a creerlo, si lo creyeran serían como yo y no sé de nadie que sea como yo. No exactamente yo, pero al menos como yo. A lo mejor es una ventaja porque puedo escribirlo sin que me importe que lo lean o no, que al final queme esto con el último fósforo del último cigarrillo. O lo deje abandonado en la calle, o se lo dé a cualquiera para que haga lo que le dé la gana; todo estará ya detrás, tan detrás de mí y de Bix. Lo escribo porque no tengo otra cosa que hacer y porque es cierto o le parecerá cierto a alguien que sea como yo. Los hay, los he rozado de cerca o de lejos en la vida, no todos viven atados a lo que les enseñaron. Mirá, Rimbaud dijo que se había enamorado de un cerdo, y los profesores piensan que era un gran poeta. Lo piensan probablemente sin creerlo, porque hay que pensarlo para no quedar mal. Pero yo sé que era un gran poeta y Bix también lo sabía, aunque jamás leyó una línea de francés y yo tenía que traducirle a Rimbaud y él se agarraba la cabeza y se quedaba pensando, o se iba al piano y se ponía a tocar esa cosa que ahora se llama In a Mist y que era su manera de decir que entendía la poesía francesa porque le llegaba desde Debussy y como casi siempre todo le llegaba por la música y ésa era su única manera de entender cosas que no entendía cuando le llegaban de otra manera, la vida por ejemplo, el orden de eso que yo misma llamaba realidad y que él solamente entendía en do mayor o fa sostenido, soplando dulcemente en su corneta o yéndose al piano y dejando nacer Lost in a Fog, quemándose los labios con el cigarrillo olvidado por las manos arañas que tejían y tejían en el teclado hasta que todo acababa en una puteada y un salto, yo siempre tenía cerca un tubo de crema para curarle los labios, después nos besábamos riendo y él volvía a putear porque le dolía y porque la corneta le iba a doler todavía más por la noche cuando tuviera que tocar en el Blue Room por ochenta dólares la noche.
posted by Luís Miguel Dias quinta-feira, novembro 06, 2003