segunda-feira, setembro 29, 2008
Pero Tolstói fue consecuente hasta pocos meses antes de morir, cuando escapó de su casa a los 82 años y dejó a su mujer con una misiva brutal (14 de julio de 1910), donde le recrimina su carácter "despótico e incontrolable", pero, sobre todo, por su "concepción diametralmente opuesta del sentido y finalidad de la vida", así como esa "propiedad privada" que para él "era un pecado" y para ella "una condición indispensable". Había mucho más, es cierto: la nula relación marital, la salida a la luz de intimidades de la familia con la divulgación de los diarios y la influencia sobre el escritor de su discípulo Chertkov, a quien Tolstói quiso dejar como seudoalbacea de su obra.
"Pagar el mal con el bien" y "perdonar a todo el mundo" se convirtieron en divisas que rigieron todas las acciones de Tolstói, entre ellas las de construir una escuela en su hacienda para sus siervos y a las que asistían 50 alumnos, para los que realizó diversos cuadernos y abecedarios.
posted by Luís Miguel Dias segunda-feira, setembro 29, 2008